miércoles, 9 de marzo de 2011

LA LINEA DE LA CONCEPCIÓN


Lo que hoy día es término municipal de La Línea de la Concepción fue parte del término de Gibraltar, en el Reino de Sevilla, desde su reconquista al Reino nazarí de Granada por parte de la Corona de Castilla en el siglo XV, hasta la invasión inglesa a principios del siglo XVIII.
[editar] La Guerra de Sucesión Española y la ocupación británica de Gibraltar
Artículo principal: Asedio anglo-holandés a Gibraltar

Al morir el Rey Carlos II El Hechizado sin descendencia en 1700, la Corona de España recayó en Felipe de Anjou, designado como heredero por el rey español. Poco tiempo después estallaría una Guerra de Sucesión cuando los austríacos se negaron a reconocer como rey a Felipe. El monarca español contaba con el apoyo de Francia (era nieto de Luis XIV de Francia) mientras que Austria, Inglaterra y Holanda eran partidarias del candidato austriaco, el Archiduque Carlos, por temor al daño que podría causar a sus intereses el surgimiento de una potencia del calibre de la resultante tras una hipotética unión entre Francia y España.

En agosto de 1704, mientras regresaba a Lisboa tras el infructuoso intento de tomar la ciudad de Barcelona, una flota anglo-holandesa con 45 navíos de línea británicos y 10 holandeses bajo el mando del almirante George Rooke tomó la ciudad de Gibraltar en nombre del Archiduque Carlos de Austria. Las fuerzas de desembarco estaban formadas aproximadamente por unos 10.000 hombres al mando del Príncipe de Darmstadt, jefe de las tropas partidarias del Archiduque Carlos de Austria, mientras que la Plaza de Gibraltar contaba sólo con un centenar de piezas de artillería en su mayoría inservibles y su guarnición ordinaria formada por 60 ó 70 hombres bajo el mando de Diego de Salinas, a los que se sumaron voluntarios y vecinos armados hasta rondar la escasa cifra de 400 hombres.

Las hostilidades dieron comienzo el día 2 de agosto de 1704. La flota angloholandesa, con sus 1.500 piezas de artillería, disparó 30.000 proyectiles en unas seis horas, demoliendo gran parte de las fortificaciones de la plaza. Gibraltar cayó el 3 de agosto de 1704. En teoría las fuerzas anglo-holandesas no llegaban con ánimo de invadir ni conquistar ninguna parte de España sino de proteger y liberar a los españoles del pretendiente francés al trono de España, Felipe de Anjou. Sin embargo, una vez tomada la plaza, el almirante Rooke, arrió el estandarte del Archiduque Carlos –izado por el príncipe de Hesse– sustituyéndolo por el inglés al tiempo que proclamaba a la reina Ana, dueña y señora del Peñón de Gibraltar. La población española de Gibraltar optó por trasladarse en bloque, lo mismo que su guarnición. La mayoría buscó refugio en los alrededores de la ermita de San Roque, con la esperanza de que la situación se restableciera en poco tiempo y pudieran volver a sus hogares, fundándose en 1706 la ciudad de San Roque, "donde reside la de Gibraltar", como reza su lema en memoria del origen de su población. Otra parte de los gibraltareños originales optó por trasladarse a las cercanías de la ermita de San Isidro, dando así origen años más tarde a la villa de Los Barrios, mientras que una minoría buscó refugio en las ruinas de la ciudad de Algeciras, deshabitada desde 1379, año en que la ciudad fue destruida e incendiada por los nazaríes al ver que serían incapaces de conservarla ante el avance de las tropas cristianas.

El rey de España Felipe V, nombre con el que fue coronado Felipe de Anjou, ordenó al Marqués de Villadarías que sitiara la Plaza de Gibraltar. Este primer intento de recuperar la ciudad resulta infructuoso y el ejército español levantó el asedio. Sin embargo, a fin de vigil

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